De la diapositiva al digital, de semanas a horas

Los fotógrafos que han experimentado la transición de la película al formato digital recuerdan bien el proceso: te vas de viaje dos, tres o cuatro semanas y vas disparando diapositivas. A la vuelta llevas los carretes a revelar con cientos o miles de fotos y cuando ya tienes las cajas con las diapositivas, las pones en la mesa de luz y vas descubriendo con la lupa cómo son realmente esas imágenes que tenías en la cabeza; algunas te decepcionan y otras te sorprenden.

_MG_9768

Incluso cuando nació el digital las pantallas de los portátiles eran todavía bastante poco fiables, y lo normal era acumular las fotos en un disco duro de bolsillo que pesaba como un ladrillo. Al llegar a casa había que hacer malabarismos con photoshop para intentar acercar la foto a lo que creemos recordar que vimos con nuestros ojos o a la interpretación que queremos dar a la escena.

Hoy en día puedes hacer la foto por la tarde, y esa misma noche sacar la tarjeta de la cámara, conectarla al portátil y hacer un primer revelado con los colores, contrastes y el ambiente que has querido capturar. Esta foto de otoño la he tomado esta misma tarde. Cómo ha cambiado la cosa…

También te puede interesar

Esta entrada fue publicada en Fotografía. Guarda el enlace permanente.

Una respuesta a De la diapositiva al digital, de semanas a horas