Hace un par de días leí un artículo en thenextweb.com sobre unas fotos que, perteneciendo a la cuenta de Instagram de un fotógrafo, aparecieron tal cuales en otra cuenta de Instagram, la de Vogue España nada menos. La empresa, tras ser pillada con las manos en la masa, tuvo una respuesta típica: «ha sido un error y pedimos disculpas». Es difícil creer que el responsable de esto, seguramente un gran entendido en Internet y redes sociales, no estuviera al tanto de que eso, sencillamente, no se hace.
Casos similares los hay a cientos. De primera mano conozco algunos. Un fotógrafo va a un laboratorio y se encuentra con que uno de los originales que envió una vez para encargar una copia fue usado para hacer una ampliación que decora el mismo laboratorio. Otro va a una casa rural un fin de semana y descubre que han decorado la escalera con sus fotos sin que él se haya enterado. A otro le piden por email una copia de una foto que han visto decorando una clínica de Santo Domingo, donde él ni ha estado ni conoce a nadie.
El problema es que necesitamos mostrar nuestras fotos en Internet, algo que como fotógrafos es lo más natural y sin duda el modo más potente de dar a conocer nuestro trabajo, y eso por desgracia es incompatible con una seguridad al 100% de nuestras fotos. Existen algunos mecanismos de protección (bloqueo del botón derecho, marcas de agua), y herramientas para localizar nuestras fotos, pero a pesar de todo ello tenemos que asumir la posibilidad de que nuestras fotos se usen sin permiso, aunque sea por error.
3 respuestas a Sobre el robo «accidental» de fotos online