La historia de la fotografía conquista Madrid

Por Koldo Badillo. VisionNatural.com

Resulta realmente increíble que se hayan concitado cuatro exposiciones sobre fotografía histórica simultáneamente en Madrid. Para los amantes de la FOTOGRAFÍA es una oportunidad única de admirar las más preciadas copias de época de la historia del medio, por lo que un viaje a Madrid pocas veces ha estado tan justificado.

  • “Retrospectiva de Ilse Bing”, en Fundación Mapfre. Hasta el 8 de enero.
  • “Detente Instante. Una Historia de la fotografía”, en Fundación March. Hasta el 15 de enero.
  • “Genealogías documentales. Fotografía 1848-1917”, en el Museo Reina Sofía. Hasta el 29 de febrero.
  • “Visiones expandidas. Fotografía y experimentación”, en CaixaForum Madrid. Hasta el 26 de marzo.

ILSE BING en Fundación Mapfre (Paseo de Recoletos, 23-Madrid)

https://www.fundacionmapfre.org/arte-y-cultura/exposiciones/sala-recoletos/ilse-bing/

La más próxima a su cierre, el 8 de enero, es la de Ilse Bing en la Fundación Mapfre. Se trata de la típica retrospectiva a la que tanto nos tiene acostumbrados Mapfre, con un comisariado y puesta en pared siempre magníficos y con la edición de catálogos insuperables dignos de ser coleccionados. En este caso se trata de una fotógrafa quizá no tan conocida, pero que sorprende por su calidad.

La obra fotográfica de Ilse Bing, desarrollada entre 1929 y finales de la década de los años cincuenta, está marcada por las distintas ciudades en las que vivió: el Fráncfort (donde nació en 1899) anterior a los años treinta, el París de esa década y el Nueva York (donde murió 1998) en de la posguerra, donde fundamentalmente experimentó su condición de exiliada.

Autorretrato con Leica [Self-portrait with Leica], 1931. Colección de Michael Mattis y Judith Hochberg, Nueva York. © Estate of Ilse Bing. Photograph: Jeffrey Sturges.
Cuidada presentación de la exposición

No resulta posible adscribir su trabajo a ninguna de las corrientes fotográficas o culturales que conoció, aunque se nutra de todas ellas. Su contemporaneidad con la modernidad del periodo de entreguerras hizo que su obra estuviera influida por la Nueva Visión de László Moholy-Nagy y la Bauhaus de la República de Weimar, por André Kertész, así como por el surrealismo de Man Ray, al que conoció al instalarse en París en 1930. A su llegada a la capital francesa, la ciudad era un hervidero de tendencias artísticas e intelectuales donde brotaban algunos de los movimientos clave para la evolución de las vanguardias.

«Sentí que la cámara crecía como una extensión de mis ojos y se movía conmigo»

A lo largo de la exposición podemos ver su trayectoria de tres décadas, en busca de un camino propio y profesional con la fotografía, que desgraciadamente tuvo que abandonar por falta de apoyos. Da un poco de pena que una mujer que vivió 99 años solo pudiera dedicar a su pasión apenas 30 años, a pesar de que ella quería dedicarse a ello.

Tres hombres sentados en las escaleras junto al Sena [Three Men Sitting on the Steps by the Seine], 1931. International Center of Photography, Nueva York, donación de Ilse Bing, 1991 (16.1991). © Estate of Ilse Bing.

A pesar de todo, nos dejó un gran legado, que podemos admirar en esta exposición, en la que se vuelven a recordar dos de mis enigmas sin resolver en la historia de la fotografía, a saber: la gran longevidad de muchos fotógrafos ilustres y la ascendencia judía de tantos, como es el caso de Ilse Bing.

Prostitutas, Ámsterdam [Prostitutes, Amsterdam], 1931. Colección de Michael Mattis y Judith Hochberg, Nueva York. © Estate of Ilse Bing. Photograph: Jeffrey Sturges.

“Detente Instante. Una Historia de la fotografía”, en Fundación March

https://www.march.es/es/madrid/exposiciones/detente-instante-una-historia-fotografia

Man Ray, Les Larmes [Las lágrimas], c. 1930. Plata en gelatina, 75 x 91,5 cm. Colección Dietmar Siegert ©Man Ray, VEGAP, Madrid, 2022

Hasta el 15 de enero podemos ver esta maravillosa exposición en un centro artístico de lo mejor de Madrid, por sus instalaciones y por sus excelentes visitas guiadas y entrada gratuita. La exposición es una Historia de la Fotografía basada en dos colecciones de prestigio: Ordoñez-Falcón de Donostia y Dietmar Siegert de Alemania.

Anónimo, Sin título, c.1855. Cianotipo, 21,3 x 17,5 cm. Colección Ordóñez-Falcón de Fotografía
c.1855.
Aspecto de la sala y su espectacular montaje

A través de más de 300 obras, esta exposición hace un recorrido por seis capítulos temáticos. Insisten sus comisarios en que no se trata de una historia enciclopédica oficial, aunque si de “una cierta historia”. Por eso los seis capítulos que se nos presentan al principio se nos hacen un tanto extraños por su originalidad, apareciendo juntas obras de muy distintas épocas, lo que las cartelas mencionan como anacronismos. Pero quizá ahí está el interés de esta exposición, en el hecho de relacionar fotografías por temáticas, por intenciones, por movimientos artísticos, etc. Y aunque nos podamos desorientar un tanto en el sentido del orden de la muestra, lo que es seguro que llega al espectador en la magia de ese “aura” benjaminiano que se siente al estar frente a copias de época que tantas veces hemos visto reproducidas en libros más oficiales de historia.

Brassaï, Les lézardes [Las grietas], 1931-1933. Plata en gelatina, 17 x 27,7 cm. TEA Tenerife Espacio de las Artes, Cabildo Insular de Tenerife. Depósito de la Colección Ordóñez-Falcón de Fotografía ©

La magnitud del montaje hace que su visualización pueda llevar bastante tiempo, aconsejaría acudir con no menos de dos horas para una pausada visita. Aunque siempre tendremos la posibilidad de ahondar en el proyecto nuevamente gracias al estupendo catálogo de la muestra, con una buena impresión y con textos de ilustres firmas como Antonio Muñoz Molina, Paul Ingendaa y Clément Chéroux, además de uno de los tres comisarios.

Heinrich Kühn, Edeltrude en blanco, c. 1907. Planotipo, 24,5 x 30 cm. Colección Dietmar Siegert

“Genealogías documentales. Fotografía 1848-1917”, en el Museo Reina Sofía.

https://www.museoreinasofia.es/exposiciones/genealogias-documentales

La exposición presenta en vitrinas infinidad de albumes de época

Hasta el 29 de febrero podemos ver esta exposición enciclopédica de más de 500 fotografías los orígenes de la fotografía documental, desde el nacimiento mismo de la fotografía, a través de siete salas que muestran los antecedentes históricos de la fotografía documental entre las revoluciones comprendidas entre 1848 y 1917. Aunque el nacimiento del documental como género artístico propiamente dicho sea un producto de la década de 1920, el comisario de la muestra, Jorge Ribalta, indica que “retrospectivamente, se puede afirmar que la función documental es tan antigua como la fotografía misma”.

Se trata de una exahustiva investigación, con fotografías cedidas por museos de todo el mundo, desde daguerrotipos, calotipos, colodiones, gelatino bromuros… donde además del relato histórico de los usos sociales y políticos de la fotografía, podemos contemplar toda la historia técnica de los orígenes de la fotografía. Y además se trata de una verdadera lección en imágenes de la historia del mundo obrero, de las revoluciones, del marxismo, etc.

Visitantes a la exposición en el Reina Sofía

Este estudio curatorial, quizá se preste más a una lectura del ensayo en forma de libro, que a una visita a una exposición, que por la cantidad de fotografías expuestas y por la poca ayuda del Reina Sofía a la posibilidad de hacer pausas de descanso por falta de bancos en las salas, requieren de mucho esfuerzo en la visita.

Por lo que fuese, el catálogo que estaba previsto publicarse, no ha aparecido todavía, así que esperemos que se publique porque la importancia de lo recopilado por Ribalta y sus textos son dignos de revisión y estudio. De momento nos conformamos con haber sido testigos de una exposición única, de producción nacional, de un comisario al que admiramos.

“Visiones expandidas. Fotografía y experimentación”, en CaixaForum Madrid

https://caixaforum.org/es/madrid/p/visiones-expandidas_a88451080

Imagen de la entrada a la exposición

Hasta el 26 de marzo tenemos tiempo para ver otra magnífica exposición, también de corte histórico pero esta vez con una comisariado insólito y novedoso, que seguro os sorprenderá. Se trata de una recopilación de fotografías alrededor del concepto de experimentación fotográfica, clasificadas en torno a seis conceptos: Luz, Movimiento, Alteraciones, La visión a prueba, Recrear mundos y Anatomías.

Barbara Morgan, Samadhi, 1940. Centre Pompidou, MNAM-CCI/Philippe Migeat/Dist. RMN-GP. © Barbara Morgan, Barbara Morgan Archives, U.S.A.

La muestra, con 172 obras de 107 artistas, se sumerge en esta rama de la fotografía que han practicado numerosos artistas y profesionales de múltiples disciplinas y lugares, como Man Ray, László Moholy-Nagy, Lisa Oppenheim, Florence Henri, William Klein, Brassaï, André Breton, Rudolf Steiner, Barbara Kruger, Constantin Brancusi, Olafur Eliasson, Paul Éluard, Barbara Morgan y Suzanne Muzard, entre muchos otros.

El montaje expositivo es espectacular y atractivo
Man Ray, Luisa Casati, 1922. © Centre Pompidou, MNAM-CCI/Dist.RMN-GP. © Man Ray 2015 Trust /VEGAP, 2022.

Lejos de una lectura lineal y cronológica, Visiones expandidas. Fotografía y experimentación propone un recorrido de experimentación fotográfica desde comienzos del siglo xx hasta nuestros días, y pone en diálogo obras históricas y contemporáneas con el fin de resaltar afinidades y analogías entre artistas de distintas épocas y movimientos.

Brassai, Nocturne, 1972. Centre Pompidou, MNAM-CCI/Georges Meguerditchian/Dist. RMN-GP. © Estate Brassaï – RMN-Grand Palais.
Raoul Ubac, Le Combat de Penthesilée I, 1938. Centre Pompidou, MNAM-CCI/Jacques Faujour/Dist. RMN-GP. © Raoul Ubac, VEGAP, Barcelona, 2022.

La exposición cuenta además con un catálogo excelente, muy recomendable y a buen precio. Sin duda el mejor complemento para profundizar en lo visto, con la ayuda del magnífico texto de la comisaria de la expo Julie Jones.

Me gustaría terminar esta reseña comentando que ha sido muy emocionante ver estas cuatro exposiciones repletas de público, sin duda una confirmación de que la fotografía y su historia interesan cada vez más al público en general, y no solo a los fotógrafos como sucedía no hace mucho tiempo. Todo ello gracias al apoyo de grandes instituciones con la organización de buenas exposiciones.
¡No os las perdáis!

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